martes, 25 de agosto de 2015

Esto es ser radical

Un mundo que día a día acepta la homosexualidad como algo normal y que si hay amor todo es posible...
Uf, difícil panorama para quienes luchamos contra esta tendencia por amor a Cristo
Tengo recién 17 años y anhelo dejar cosas por causa de Cristo. Mis padres, si bien son cristianos, no son muy entregados por la causa y no comprenden por qué me gusta ir cuantas veces pueda a la iglesia, por qué me carga perder las reuniones de jóvenes o por qué me enojo cuando me hacen faltar a un discipulado
A veces pienso que si supieran mi lucha lo entenderían...

Claro, alguien que no lucha contra un pecado como este puede dejarse relajar en la lucha, si total "las consecuencias son distintas"  pero, lamentablemente el pecado es igual de aborrecible a los ojos de Dios. Un mentiroso, un avaro, un egoísta, un homosexual, todos pecadores merecedores de condenación a los ojos de Dios... Pero todos podemos ser salvados por la bendita gracia de Dios que nos amó desde antes de la creación del mundo y nos escogió

El gran problema es que si no soy radical y no pierdo mi vida por causa de Cristo, si no tomo mi cruz cada día y me NIEGO a mi mismo podría llegar a acostarme con otro hombre... Mientras otros quizás mientan, digan una palabrota o sean un poco egoístas... Triste verdad pero siempre confiaré en que si Dios me permite seguir luchando es porque tiene un plan soberano para mi vida.  Mediante esta lucha está formando el carácter de Cristo en mi, me lleva a ser más misericordioso y mucho menos prejuicioso. Que Dios me siga guiando en su voluntad y me enseñe sus caminos. Después de todo puedo decir: gracias Dios, porque me permites ser radical por ti, para caminar en santidad.

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