sábado, 18 de abril de 2015

Diga el débil: Fuerte soy

Luego de una semana sin tantas pruebas, quizás alguna que otra frustración, pero en realidad bastante tentado, pude juntarme con un hermano que me está guiando y ministrando en esta lucha.
Hace bastante tiempo que queríamos juntarnos pero no se había podido dar de tal forma que pudiéramos conversar harto. Fue realmente reconfortante y confrontante.
Dios me venía hablando durante la semana, mediante Su palabra y el ánimo de otro hermano que conoce mi lucha, que debo "esforzarme y ser valiente" (Josué 1:9) y también aprender a decir en mi debilidad: Fuerte soy (Joel 3:10). Pero todo esto tuvo su momento cúlmine en la conversación con este hermano. Doy gracias a Dios porque pude sentir como me confirmaba lo que me venía hablando durante el resto de la semana.

Dije en el post anterior que nos tragamos demasiadas mentiras en nuestras cortas vidas. No me retracto de ello, sin embargo, nuestro problema está en cuando hacemos de esas mentiras nuestra identidad. El mundo puede decirme que soy débil, que soy tonto, que soy cobarde, que soy gay, pero el punto es que eso era antes, ya no puedo ni debo seguir viviendo del pasado.
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2Cor 5:17)
Me exhortó a varias cosas este hermano, haciéndome ver que aún hay una parte de mi que se resiste de cierta forma a dejar ir esta tendencia homosexual, haciendo que mi vida se centre mas en ello que en Cristo mismo. Tenemos que perder algo para ganar a Cristo, en mi caso, debo perder (dejar ir el placer temporal que me ofrece), de una vez por todas, esta tendencia homosexual, para así ganar a Cristo. Y sí, ahora recuerdo a Pablo cuando afirma tener razones para gloriarse en su carne, así mismo puedo decir que sí tengo para gloriarme en mi carne: mis logros personales + esta tendencia homosexual que sí sería un motivo para gloriarme en el mundo porque es algo cada vez mas aceptado, sería incluso más aceptado por mis pares jóvenes si diera rienda suelta a esta lujuria...

"Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo" (Filip 3:7-8)
El Señor tenga misericordia de mí y siga poniendo en mi tanto el querer como el hacer, para día a día tomar como pérdida esta tendencia homosexual.

También fui exhortado a luchar, luchar y luchar a como diera lugar. Sin yo decirle explícitamente, él cachó al tiro que no estaba luchando con todo, que no estaba siendo radical a la hora de prepararme para la lucha.
Por ejemplo: Antes de salir sabía que en la noche tendría que prender un netbook (por un trabajo escolar) que no había prendido hace meses porque tiene una webcam, y esta me había sido piedra de tropiezo muchas veces. Entonces pensaba dentro de mí: "bueno, tengo que prender este netbook para ver el trabajo... será una excusa para poder codiciar a otros a través de la webcam"... Este tipo de pensamientos me solían venir a la mente con cosas así, y este hermano lo descubrió... quedé expuesto, humillado y preparado para ser transformado. Así fue como me hizo ver que debo ser radical y "amputarme" la mano si me es causa de caída, sino esto no será mas que un círculo vicioso y podrían pasar 3, 5, 10 años y aún seguir estancado en mi crecimiento espiritual.

Me ha ayudado mucho, a dejar de pensar en las experiencias "borderline" homosexuales que tuve en un pasado, y a enfocarme en que el sacrificio de Cristo lo ha vencido todo, y me ha dado una nueva vida, un nuevo corazón con nuevos deseos. Así es como debo día a día hacer morir al viejo hombre con su vieja naturaleza homosexual. Soy débil muchas veces, pero es entonces cuando, en vez de echarme a morir como me ha pasado, puedo decir "Fuerte soy, en Cristo que me fortalece"

Por último, Dios me ha hablado que debo tomar la nueva identidad que me ha dado en Jesucristo. Esto me suele pasar: que he caído en pecado y luego cada palabra de "bullying" que sufro en el colegio me hiere y me hace decaer. No lo había pensado, pero este hermano me hizo ver que es casi como "ok, sí, es verdad lo que dicen, lo merezco, apedréenme". Pero NO, no soy lo que ellos dicen, pueden decirme "ooh que erí tonto, que erí pavo, que erí maric*n, fleto, etc" pero NO soy eso, soy un hijo de Dios comprado a precio de sangre, con un corazón con deseos NUEVOS y por lo tanto debo seguir luchando, luchando, luchando y luchando; y aunque caiga, firme seré restaurado en Cristo Jesús y ya no me adaptaré más a los insultos que puedan llegarme de parte del mundo, no permitiré que afecten mi vida espiritual, no me tragaré más mentiras impuestas por el padre de mentira.

Podré estar débil pero, en mi debilidad clamaré FUERTE SOY EN CRISTO JESÚS, MI SALVADOR :)

lunes, 13 de abril de 2015

Nos tragamos demasiadas mentiras durante nuestra corta vida

Hoy iba a ver un testimonio de un cristiano libertado de la homosexualidad en youtube pero me di cuenta que estaba en inglés y sin subtítulos así que decidí no verlo... Pero leí un comentario en este vídeo que realmente me hizo cuestionarme las cosas y darme cuenta "SÍ! ESO ES EXACTAMENTE POR LO QUE YO PASÉ" y que es probablemente el origen de lo que me llevó a la homosexualidad... de la cuál Dios me esta libertando día a día, santificándome hasta el día de la venida de Jesús :)

El comentario decía esto: "We who became gay, believed a lie. From early childhood onwards, we sucked up one lie after another: we saw ourselves as less worthy and weaker, we remembered some harsh criticism, we thought we were different because we liked a bit different things than our friends. Then we misunderstood the same sex friendship, and through many little things we became gay. We were condemned into homosexuality.
But Jesus, oh Jesus!!! What a healer!! It is GOOD to be free, to be me, with no homosexuality in me. God blessed us immensely!"
Que traducido sería...
"Nosotros que nos volvimos gay, hemos creído una mentira. Desde nuestra temprana infancia, nos tragamos mentira tras mentira: nos vimos a nosotros mismos como menos dignos y débiles, fuimos duramente criticados, pensamos que eramos diferentes porque nos gustaban cosas un poco diferentes que a las de nuestros amigos. Entonces malentendimos la amistad con individuos del mismo sexo, y a través de muchas otras pequeñas cosas nos volvimos gay. Estábamos condenados en la homosexualidad. Pero Jesús, oh Jesús! Qué sanador! Es BUENO ser libre, ser yo, sin homosexualidad en mi. Dios nos bendice inmensamente!" 
Después de esto me puse a ver una prédica que me había mandado un amigo, acerca de la lucha contra el pecado, de Adrian Rogers. Me llegó mucho y la relacioné inmediatamente con el comentario de este hermano.

El diablo, padre de mentira, engañando a toda la humanidad para hacerla caer en pecado. A todos nos ataca de distinta forma. Así es como a nosotros, hombres y mujeres que teníamos gustos distintos a los de nuestros pares en la infancia, empezamos a vernos diferentes a los otros y, mediante otro montón de circunstancias, llegamos a malentender esta relación entre nuestros pares de género... y caímos en la homosexualidad, a causa de tragarnos las mentiras puestas delante por el padre de mentira.

Pero JESÚS es la Verdad, no lo que nos vende el diablo. Y la verdad es que Él nos libra de todo esto.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Ahora mismo han pasado como 2 semanas desde que escribí lo de más arriba (lo tenía en borrador) y el Señor me ha revelado más cosas relacionadas con esto... Y también yo he reflexionado bastante en cuanto a qué mentiras me fui tragando desde pequeño.

A muchos les puede parecer que aún me falta mucho por vivir, pero el punto es que no quiero pasar los mejores años de mi vida perdido en el pecado, quiero entregarle estos años a Dios, para hacer Su voluntad. Y, como jamás he tenido una experiencia sexual concreta, la tentación ha sido, y creo que seguirá siendo, bastante fuerte. Pero pongo todas estas cosas de nuevo en la cruz de Cristo, sabiendo que Él ya venció y que debo poner toda mi fe en ese hermoso acto de redención.

Desde que era un niño, el no ser como mis otros pares eran me fue marcando, al parecer. Uno de los ejemplos mas grandes es que jamás he sido bueno para jugar fútbol, de hecho no me gusta... Y en un país como Chile, donde jugar a la pelota lo es todo para cualquier cabro chico, no jugar a la pelota, es un estigma de "menor masculinidad" (o por lo menos eso quedaba en mi mente). Cuando todos jugaban a la pelota y yo me alejaba, habían niños que me decían "se supone que todos los hombres juegan a la pelota, ¿acaso no eres hombre?" o cosas por el estilo. Obviamente estas cosas calaban en mi conciencia, haciéndome sentir menos y menos masculino.

No tengo el típico perfil de un gay: padres separados, el papá ausente o maltratador, o cosas por el estilo.
Mis padres son cristianos (aunque no muy piadosos, por así decirlo) desde poco antes de casarse. Hijo único de mi madre, el 4to y último de mi padre, así que he sido bastante regaloneado. Mi madre me tuvo alrededor de los 40, así que es MUY sobreprotectora (ahora no tanto, pero igual). Mi padre siempre ha sido muy cariñoso, pero es inseguro a la hora de enfrentar las cosas... no recuerdo cuando fue la última vez que lo escuche decir de corazón "hijo, estoy orgulloso de ti" (cuanto me hace falta en estas circunstancias). Siempre que tenía problemas, acudía a conversarlos con mi madre, porque mi padre nunca ha sido bueno para escuchar. Siento el amor de mi padre... pero no interés en qué cosas me pueden estar pasando.
Como decía el tipo del comentario de youtube, de chico me gustaban cosas un tanto distintas a las que les gustaban normalmente a mis pares de género, en especial el tema de los deportes que siempre ha sido casi una etiqueta de qué tan masculino eres. Esto, se suma al hecho de que, desde chico también, siempre sabía que mi papá deseaba jugar conmigo a la pelota, de celebrar mis goles en un equipo del colegio, etc. Pero no podía porque a mi simplemente no me gustaba... Sentía la frustración de mi padre, y me frustraba a mí el no poder ser lo que él quería de mí. Así es como, en algún momento durante la pubertad, esta inseguridad se "erotizó" y comencé a sentirme atraído hacia otros hombres. Vaya vueltas que da la vida, otra razón más para ser una decepción para mi padre...

Pero ahora puedo decir, "olvidando ciertamente lo que queda atrás,... prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." (Filip 3:13-14), "...las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas." (2 Cor 5:17). Las circunstancias de la vida me guiaron lentamente a los deseos homosexuales (aumentados por culpa de la pornografía), de la misma forma en que las circunstancias de la vida pueden guiar a un niño a ser, de mayor, un ladrón; en ninguno de los casos se justifica la consecuencia, son pecados iguales a los ojos de Dios, y como cualquier pecado merece un justo castigo. Pero entonces viene Jesús a redimir nuestras vidas, a liberarnos de ser esclavos de nuestros propios deseos, para servirle a Él, sabiendo que es lo mejor para nuestras vidas, pues nada nos llenará jamás tanto como Cristo :)